Las palmeras más que hermosos árboles que
adornan las playas, tienen una historia
sorprendente llena de significados.
En la antigüedad, las palmeras aparecieron en
la iconografía egipcia, llamando la atención
por su altura, tronco esbelto, copa con
grandes hojas y por su resistencia a altas
temperaturas. Por ello se relacionó con
conceptos de durabilidad, de renacimiento y
con el cielo, ya que se consideró que su copa
formaba la bóveda celeste.
La palmera guardaba relación con el dios
solar, ya que la disposición de sus ramas y la
altura de su tronco recordaba los rayos del
astro y la majestad de este dios quien era el
eje del cosmos.
Mas que árboles son seres divinos,
imponentes, que bailan al ritmo del viento y las
olas del mar.